Todavía nos duelen las orejas con los ecos de la operación antipederasta y, de paso,
antiinternauta, cuando vuelven a la carga. Si no fuera porque tienen el intelecto más bien discreto sería como para pensar en una confabulación judeomasónica contra Internet de
dimensiones globalizantes, en una receta mágica guisada por cocineras y frailas, por hábiles hechiceras, encantadoras, brujas, y brujas encantadoras. Lo cuenta
El Mundo y los demás medios con grandes titulares:
La policía impide el suicidio pactado en Internet de tres jóvenes en un pueblo de Zamora. La primera información era puro sensacionalismo de todo a un euro:
�Los tres jóvenes, con edades entre 26 y 29 años, y con estudios de ingeniería, informática y arquitectura, pueden pertenecer a una secta satánica y acordaron en un foro de Internet acabar con su vida de forma simultánea�. Menos mal que la sagaz, objetiva y siempre desinteresada prensa española salió al quite para echarle un capote a los despistados cuerpos y fuerzas de seguridad del estado aconfesional en el que vivimos, vulgo
poli. El final de la noticia, debidamente corregida tras los primeros errores y malentendidos producto de los nervios y la confusión lógica de los primeros instantes, reza así:
�El jueves, la policía entró en la casa rural. Se iban a suicidar en el garaje. �Creo que hemos ayudado a salvarles la vida�, dice la periodista, que pertenece a un equipo de investigación que habitualmente trabaja con cámara oculta. El lunes, el programa de Ana Rosa Quintana contará la historia�. Pues eso. Ahora sólo queda saber cuántos cientos de madres histéricas llamarán al finalizar ese programa a Telefónica para cortar las conexiones ADSL de sus hijos. Claro que a Telefónica le va a dar igual. Seguirá pasando los recibos a todos. Incluso a los suicidas, si éstos fracasaren. Incluso a las madres de los suicidas, si éstos hubieren tenido éxito. No basta con morirse para darse de baja, hacen falta motivos mejor fundamentados.
Más información, esta vez sensata,
aquí.
Adivinanza: ¿Qué tienen en común Máximo Gorki, Ernest Hemingway, Hermann Hesse, Isak Dinesen, Virginia Woolf, Charles Baudelaire, Cesare Pavese, Edgar Allan Poe, Paul Gauguin, Vincent van Gogh o Kurt Cobain?
Respuestas posibles:
A � Se suicidaron o, al menos, lo intentaron.
B � Ninguno de ellos usaba Internet.
C � Nunca vieron el programa de Ana Rosa Quintana. De haber sido así, no hubieran tardado tanto en tomar esa trágica decisión.