Comentario semanal para el periódico El Día de Tenerife (ZonaWeb)
Encuentro en
Google lo siguiente: “
Según su etimología griega, la cátedra es un asiento elevado, donde se sentaban los maestros que enseñaban en las universidades. Si hemos estado en Salamanca –yo he pasado unos días por allí este verano, precisamente–
y hemos visitado la maravillosa Universidad Antigua, puede que nos hayan llevado a ver el Aula de Fray Luis. Allí enseñaba Fray Luis de León. En dicha aula podemos ver la disposición de la cátedra: en el frente de la habitación se encuentra un asiento elevado en el que se colocaba Fray Luis, el catedrático. Debajo de este asiento, a sus pies, hay otro, en el que se colocaba el llamado lector. Éste leía un texto de la materia correspondiente, la lección, y el catedrático lo explicaba, porque sabía, y tenía autoridad para ello. Por eso, cuando se habla desde ese asiento, se dice que se habla ex cátedra”. Lógicamente los que hablan desde ese sitio tienen la suficiente autoridad como para decir cosas razonables y, en muchos casos, irrebatibles. Por desgracia el significado original se va perdiendo, y hoy en día cualquier personaje ignoto, ignorante, o ambas cosas a la vez, puede pagarse una charla a medida en alguna de las numerosas a la par que inútiles universidades veraniegas que proliferan en nuestras tórridas ciudades. Da igual que se trate de un
triunfito, un torero, una folclórica o un delantero centro. Y así, como los ricos también lloran, nos encontramos con que la
Fundación de Artistas Intérpretes Sociedades de Gestión (AISGE) organizó en la Menéndez Pelayo de Santander un encuentro que abrió su presidenta, doña Pilar Bardem. Que ahora pontifica para, según sus propias palabras,
defenderse de quienes les quieren robar. No quiero ensañarme con esta buena actriz. Ella misma reconoció en la conferencia
desconocer el mundo de internet. Entonces, ¿qué hace en ese púlpito? Siempre que la veo en televisión –donde aparece con una frecuencia rayana al gigahercio– me viene a la cabeza otro conocido personaje del mismo gremio que, en sus años de ocaso, también ha optado por movilizarse políticamente defendiendo a capa y espada y algo más sus derechos y los de los suyos. Me recuerda terriblemente a Charlton Heston y su
Asociación del Rifle. Ya sé que me dirán que políticamente están en las antípodas. Puede. Pero veo en ellos la misma vehemencia y la misma ceguera. Ceguera que igualmente manifiestan quienes los han elegido para esos cargos. Porque no me negarán ustedes que, en estos tiempos de cambios vertiginosos que corren, donde las nuevas tecnologías están poniendo del revés todos los viejos modelos de negocio musical y cinematográfico, parece disparatado confiar en personas así. Ante el diluvio que se acerca, han puesto a guiar a los dinosaurios hacia el Arca de Noé. Luego se darán cuenta de que éstos no aparecieron nunca por allí. Porque creyeron que los GPS que les habían facilitado eran la merienda para el camino.