...Que el gasto que se destina a I+D represente el 1,4% del PIB. Éste era el titular de agencias que publicaba El Día y muchos otros periódicos el pasado 8 de Noviembre. El motivo, la aprobación por el Consejo de Ministros del nuevo "Plan de Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación (I+D+i)", para el período 2004-2007. Las primeras críticas no se han hecho esperar: Se habló ya de un gasto del 1,3% para el 2003. Ahora, para el 2007, sólo del 1,4%, casi lo mismo. Y lo malo no está aquí. Lo malo es que en este 2003 nos hemos quedado por debajo del 1%, muy lejos de lo prometido, y a años-luz del umbral del 3% recomendado por la Unión Europea, y al que España se comprometió llegar -en la Cumbre de Barcelona- en el año 2010. Espero que no les cansen los números, pero a veces cantan, y en este caso alto y claro. Lástima que desafinen. Este mismo mes, "Tribuna de Astronomía" -una de las pocas revistas de divulgación científica seria que aún sobreviven-, publica que con estas cifras España tardará aún ¡cien años! en cumplir lo firmado. Item más, según el certero editorial de Alfonso López Borgoñoz, "no es sólo que gastemos muy poco, sino que además el gobierno, en el año 2002, de cada cinco euros que destina a la ciencia dedicó dos a la investigación de uso militar, el mayor porcentaje de ello en Europa en relación con el gasto global de I+D. Los presupuestos de I+D militar se han multiplicado por cinco desde 1996 y el 80% de éstos están camuflados en partidas del Ministerio de Ciencia y Tecnología..." Pero volvamos de nuevo al Plan, recién salido del horno. Textualmente, cubrirá entre otras las áreas de "...física, energía, química, materiales, así como seguridad y defensa, o tecnologías de la sociedad de la información." No sé porqué, pero tengo el pálpito de que el dinero se gastará justo en el penúltimo apartado, quedando poco o nada para el último. Fíjense en que se les escapa una "o" en lugar de una "y". Otro aspecto sospechoso del Plan es que quiere aumentar en más de 3500 los contratos de doctores y tecnólogos en el sector privado, y sólo 3000 en el público. Los primeros, imagino, tendrán como es lógico contratos razonables en empresas como Santa Bárbara, Indra o CASA, -por poner ejemplos conocidos-, que a buen seguro recibirán parte del pastel de los 4000 millones de euros que nos vamos a gastar en jugar a soldaditos. El resto, imagino también, engrosarán la larga lista de "precarios". En la próxima columna prometo hablarles de ellos. Y con humor. Perdonen que hoy me haya puesto más serio de la cuenta.
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El Día de Tenerife, viernes 28 de Noviembre de 2003