La popularidad del programa SETI@Home ha puesto de manifiesto, -además de lo ya dicho en relación con la solidaridad, la "globalización" y el progreso imparable de internet-, la inquietud de la sociedad en relación con aspectos menos prosaicos y más filosóficos. Parece como si nadie quisiera aceptar la idea de estar solos en el Universo. Pero, ¿y si no lo estamos? ¿Qué ocurrirá el día que recibamos señales inequívocas del espacio, el día en que algún programa SETI encuentre una "secuencia" de naturaleza inteligente? Incluso esta remota posibilidad ha sido prevista. En 1990, la Unión Astronómica Internacional y las principales agencias del espacio firmaron un "Protocolo", en el cual se establece que los mensajes recibidos serían propiedad de la Humanidad, y que la posterior investigación tendría que tener fines pacíficos. Por otra parte, un "Comité de Expertos" estudiaría la autenticidad de la comunicación. Una vez comprobada ésta, el mundo entero será informado del encuentro a través de Naciones Unidas. En los tiempos que corren -y no han pasado muchos años, la verdad-, esta declaración de intenciones parece casi tan improbable como la propia búsqueda. Fíjense que en sólo dos frases he transcrito expresiones tales como: "propiedad de la Humanidad", "fines pacíficos", "Comité de Expertos", "autenticidad de la comunicación" y... "Naciones Unidas". ¿A qué les suena esto? ¿Verdad que parece una tragicómica casualidad? Se me ocurre sugerir con cierta ironía que, dado que el programa SETI no ha dado resultados positivos en la búsqueda de extraterrestres inteligentes, quizá con unos pequeños retoques podría servir para, por ejemplo, buscar armas de destrucción masiva en nuestra Galaxia. Pero dudo que más de 4 millones de personas colaboraran en esta ardua tarea que, seguramente, arrojaría parecidos resultados... NOTA: al hilo de esta columna -escrita en domingo, como hago casi siempre- he encontrado una llamativa página de publicidad en un conocido Semanal. Quizá también ustedes hayan tenido oportunidad de leerla. Es un anuncio del Ministerio de Economía en el que, a todo color, nos invita a invertir en el Tesoro Público. Lo que me ha chocado son las fotografías. En una de ellas, una joven descansa relajada bajo la frase: "Un Tesoro es saber que he invertido bien". Nada que objetar. En la otra, curiosamente, aparece un enorme y conocido conjunto de radiotelescopios, como algunos de los que sirven al programa SETI. Debajo, la frase: "Un Tesoro es potenciar cada día el progreso de mi país". Lo divertido está en que dicha instalación científica radica en... Nuevo Méjico, Estados Unidos. Se les habrá escapado, que el subconsciente -incluso el inconsciente- a veces juega malas pasadas.
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El Día de Tenerife, viernes 5 de Diciembre de 2003